Verano 2016, o cómo viajar 34.000km por 6 países entre acampadas, leones marinos, librerías con encanto… Material para varios post y muchos recuerdos!

Comienzo por la Isla de Ischia, en Italia, un paraíso a una hora en ferry desde Nápoles.

Ischia es una isla de origen volcánico, situada justo en frente al Vesubio y famosa por sus aguas termales, lo que la convierten en un DisneyWorld de los spas/parques termales.

Negombo

Uno de mis descubrimientos favoritos fue Negombo, un parque botánico-termal en Lacco Ameno. Llegar en los buses locales abarrotados de turistas e isleños puede ser una odisea, pero una vez que estás allí te olvidas rápido. Puedes pasar el día entre jacuzzis naturales, baños japoneses, la playa privada o las hamacas con vistas a la bahía y hacerte todo un profesional del bello far niente 🙂

Da Michele, o cómo esperar horas por «la» pizza

Al volver a Nápoles, nada como que tus amigos te hagan esperar horas haciendo cola en Da Michele…y encontrarte delante de la mejor pizza del mundo (dicho por napolitanos, en la ciudad donde se creó la pizza, y por servidora, que no come ni gluten ni lactosa pero ese día se lo saltó todo). Lo curioso es que había muchas cámaras de turistas haciendo fotos a mi mesa, yo no entendía nada…hasta que caí en la cuenta de que estaba sentada donde Julia Roberts sentencia «I’m in a relationship with my pizza» en la peli «Eat, Pray Love». 

Pues sí, Julia llevaba razón 🙂