
Volver a París cuando la Navidad se asoma por la puerta es siempre un espectáculo de luces, color y elegancia. Para seguir con la tradición, os llevo a ver «les vitrines et terrases» –los escaparates y azoteas– de Boulevard Haussmann, pero también descubrimos El Petit Tokio, las primeras navidades desde la reapertura de La Samaritaine, entre otros. ¡Comenzamos!
Nuestra primera parada es el centro comercial Printemps Haussmann, conocida sus escaparates con muñecos y marionetas en movimiento Navidad tras Navidad. Este año no han sido vacas ni ratoncitos, sino elfos vestidos de azul, creación de Aurelia Fonty.


Hay elfos alquimistas:


Pasteleros:


En el interior, más azul y dorado, (y elfos cargados de regalos).

Esta vidriera modernista da acceso al último piso, donde nos espera una sorpresa:

El último piso (Second Printemps, con ropa de pop-ups y vintage) tiene dos preciosas instalaciones aéreas:
Una cúpula de pajaritas metalizadas:



Y otra cúpula -que me recuerda las piezas de JodiArt–

Al salir a la terraza nos encontramos unas vistas espectaculares de los tejados de París coronados por la Torre Eiffel.

Dejamos Printemps Haussmann para visitar a sus vecinos, Galeries Lafayette.
La cúpula modernista más bonita de París lleva desde 1976 sorprendiendo cada año con una propuesta diferente de árbol de Navidad. Si en mi último viaje el árbol tenía tenía garabatos dibujados por niños este año bajo el emblema «1,2,3, Noël» nos encontramos….a un papá noel astronauta. Personalmente me quedo con versiones más tradicionales (como la decoración de 2017), ¡pero para gustos, colores!

Damos con la escalera que nos lleva a la azotea (decorada con posters publicitarios de antaño maricastaño).

Et voilà, unas vistas privilegiadas de la restauración de la Ópera Garnier con París al fondo:

En quince minutos a pié (o diez en metro) y sin dejar el distrito 1, llegamos a nuestra siguiente parada: Espace Cinko.
Navidad en el Pequeño Tokio: Mercado navideño de Espace Cinko
La estación de metro Pyramides, muy cerca del Louvre, nos deja en el corazón del barrio conocido como «El Pequeño Tokio». Y escondido entre sus diminutas calles damos con el Passage Choisseul (que otro día os hablaré de él). Allí encontramos el mercado navideño de Espace Cinko, un universo multicolor donde millones de gatitos y piezas de origami compiten entre sí para que te los lleves a casa.



Otros diez minutos andando y llegamos al siguiente destino: Forum Les Halles.
Si hay una zona en el centro de París que ha cambiado su cara a lo largo de los años es el Forum de Les Halles. Este enorme centro comercial semi-subterráneo y estación intermodal tiene hasta una piscina climatizada. Y para los niños -y no tan niños-, una tienda Lego.

La tienda Lego nos recibe con una pastelería parisina:

Y papá noel saluda desde la entrada:

Se hace de noche y llegamos a Place Vendome
El Comité Vendôme decide cada año cómo van a ser la iluminación de la Place Vendôme, Rue de la Paix, Rue de Castiglione, Rue Saint-Honoré y Rue des Capucines. Las grandes casas de moda y joyería lucen sus mejores galas en esta época del año.








Ésta joyita del art decó y art noveau de Gustave Eiffel ha reabierto este año después de nada más y nada menos que 16 años cerrada, con lo que son sus primeras Navidades desde hace mucho tiempo. Las guirnaldas de luces doradas y abeto decoran interiores y exteriores, creando un calendario de adviento con la propia estructura del edificio . Ojo, Galleries Lafayette, que tenéis competencia.


Árboles de Navidad deconstruidos:

Los balcones en forma de calendario de adviento:

Otros diez minutos de caminata y llegamos a mi ayuntamiento favorito.
El Ayuntamiento de París calienta ya motores para las Olimpiadas de 2024:

Y justo a su lado, más escaparates y luces navideñas en el Bazar de Hôtel de Ville.
El Bazar de Hôtel de Ville este año celebra unas Navidades a la suiza bajo el título «Noël au Sommet, La Suisse», por lo que las marionetas de sus escaparates llevan su bandera y comen fondue de queso.
Mis escaparates favoritos de este año, a los que no les falta ni una vaca voladora.

Ardillas tocando la trompa alpina:




¿Una parada para reponer energías? Nada más típico que los macarons de La Durée.



Cogemos el metro para llegar, en el Barrio Latino, a nuestra última parada: Le Bon Marché.
«Le Pain d’épices» (la galleta de jengibre) y los bastones de caramelo gigantes son la temática de este año en los grandes almacenes más antiguos de París.

Vidrieras modernistas y estructuras al más típico estilo de Gustave Eiffel:

Un toque de humor con papás noel gaiteros y guitarristas:

Y ahora, ¡a descansar!

La visita no acaba aquí…
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